4/4/09

Chiquitita no hay que llorar...

Hola!!!!!!! volvi, no estoy enferma, solo un poco cansada, gracias a todos los que pasaron por este espacio y me dejaron sus comentarios en el post anterior, disculpen por no contestarles de forma individual, pero tuve unos dias francamente dificiles, tanto en el trabajo, como dentro de la casa y necesitaba dedicarme a full time a ellos y claro mis blogs fueron los perjudicados.

Con mucho trabajo gracias a Dios, un poco decaida porque no gane un concurso de oposicion laboral (aunque ya sabia de antemano que era muy dificil que lo consiguiera), en el cual cifre muchas esperanzas, sin que ni para que, porque ya me habian avisado que estaba todo arreglado, (como siempre sucede en mi pais, lastimosamente!) pero lo mismo estoy tranquila porque hice mi mejor esfuerzo, lastima que no valió la pena...el tener que dedicarles menos tiempo a mi familia, para prepararme para los exámenes, los viajes constantes y tediosos a la capital, etc.

El dia en que me entere del resultado, me puse tan triste! porque sinceramente me habia ido tan bien en todos los exámenes y entrevistas que no me lo esperaba...asi que como siempre yo, me puse a llorar... menos mal estaba en casa, en mi cuarto.

En ese momento entra mi hijo mayor Rodrigo y me ve asi, enseguida me pregunta que me pasa, le cuento lo ocurrido, y el sonriendo me responde: Mamá no te pongas asi, no vale la pena, ellos no se merecen una sola lagrima tuya, ademas ellos se lo pierden....no pude menos que sonreir ante las palabras de mi niño de 16 años...

Asi que aqui estoy de nuevo en mi mismo trabajo de siempre, super mimada por todos y feliz de tener una familia que me ama, que me valora y que esta conmigo siempre en las buenas y en las malas...

Quisiera de paso compartir con ustedes esta musica que mi papá, siempre me cantaba cuando yo estaba triste por algo y ahora me lo canta mi marido...














YY a ustedes que musica les gusta escuchar cuando se sienten un poco decaidos?
El agua es el simbolo del poder de la mujer, el poder al que ningún hombre, por iluminado o perfecto que sea, puede aspirar.